Yellowface portada

Otro libro que me moría por leer, y es otro libro que me queda a deber, aunque en este caso, solo el final. En este post les platico por qué me decepcionó Yellowface, de R.F. Kuang.

La aclamada novela best seller de R. F. Kuang, Yellowface, cumple en buena parte lo que promete. Es una historia atrapante, intrigante, y que además, ofrece un buen vistazo a los entresijos del mundo editorial y de cómo se construyen, planean y ejecutan los libros superventas.

Cuando llevaba como dos tercios de la novela leídos, estaba convencida de que Yellowface sería mi segunda lectura del año de 5 estrellas (la primera fue Alas de hierro), pero, para mi enorme decepción, al final se desinfló y hasta se desbarrancó. Así que otra vez vengo a desahogarme con lo que me gustó y lo que no.

Advertencia: Esta opinión contiene SPOILERS SPOILERS SPOILERS

Lo que me gustó

El drama del plagio

La espiral descendente en la que se mete June, la protagonista, al robarse el manuscrito de su colega muerta y hacerlo pasar por suyo, es muy entretenido. Y además, al tener un narrador no confiable, ir descubriendo cómo June se engaña a sí misma para justificar lo que hizo, y a los extremos que va llegando para sostener la mentira y el éxito que obtiene con ella, es de lo más atrapante.

El mundillo editorial

Este tema es de lo mejor de la novela: Ver cómo funcionan no solo las editoriales, sino la creación y planeación de best sellers. Cómo analizan el mercado para determinar qué clase de libros tendrán éxito asegurado según las modas y tendencias, y cómo echan a andar toda la maquinaria para ese fin. No solo lo vemos cuando June triunfa, sino desde el principio, cuando June narra cómo ha sido la carrera de Athena desde sus inicios, alguien con el perfil ideal para hacerla estrella.

También podemos ver las hipocresías, los círculos de escritores exitosos que desdeñan a los que no han llegado tan alto, el elitismo y esnobismo. En fin, el mundo de las poses y apariencias.

Las críticas que hace la autora

Me sorprendió leer en muchos comentarios que la novela trata sobre el racismo hacia las personas asiáticas (o asiáticas-estadounidenses), porque para mí, sí lo hace (y con justa razón), pero las críticas de Kuang van en todos sentidos, al tener personajes de ese grupo social también en un marco negativo por su conducta. Me pareció que June representaba en sus opiniones muchas cosas que también pensaba Kuang, mucho más allá de la lectura única del racismo. Y después leí que en entrevistas, Kuang confirmó que había mucho de su punto de vista en June. Eso me pareció genial, porque lejos de intentar adoctrinar con una postura unilateral, como hacen otros autores, plasma varios razonamientos en ambos sentidos. Por ejemplo, también se ocupa de mostrar los extremos a los que se llega en favor de una causa de moda, y el trasfondo de intereses económicos que hay en muchos de esos apoyos, nada genuinos, como la construcción de Athena como producto de marketing.

Lo que no me gustó

La novela dentro de la novela

Me cansó tanto detalle sobre la participación de los trabajadores chinos en la Primera Guerra Mundial, que es el tema de la historia plagiada. Al ser una temática del libro dentro del libro, me resultó algo tedioso (como me sucedió con Misery, de Stephen King, y la novela que está escribiendo el protagonista durante su secuestro). Es un poco como los sueños en las historias de ficción, ¿para qué estar leyendo a detalle sobre algo que no es real dentro de la historia?

Un poco desperdiciado el narrador no confiable

Sentí que la personalidad de June no quedó plenamente dibujada en la historia. Al terminar el libro, no siento que me quedara claro cómo era June en realidad. Además, también me resultó incoherente que en algunos momentos resultara tan inteligente y manipuladora (como cuando le puso la trampa a Geoff) y en otros, tan tonta (como con lo de Candice al final, en especial, considerando que era una treta bastante parecida a la que ella misma había utilizado).

Alucinaciones sin sentido

Odio cuando en las historias ponen a la gente a alucinar sin razón. ¡Que la gente no alucina solo porque está estresada o agobiada! Si no tiene un problema mental, o de salud, o consumo de drogas, esas alucinaciones, y sobre todo como las plantea Kuang, prolongadas y detalladas (como la primera vez que vio a Athena en la firma de libros) no tienen ningún sentido. June hasta creyó que en realidad Athena no había muerto, de tan vívida que fue “su presencia”. Este tema fue tan constante que estaba yo convencida que al final le iban a diagnosticar esquizofrenia a June, pero no.

Ese final incoherente

Había tantas formas mejores de terminar la historia, y la autora se decidió por una idea floja y además, absurda y pobremente construida.

Me recordó el final de Juego de Tronos, cuando el don nadie gusano gris, terminó teniendo más peso, relevancia e influencia que el mismísimo Jon Snow, ¡el elegido! ¡El personaje principal! ¡El que uniría el hielo y el fuego y cambiaría la historia, según nada más y nada menos que las profecías! ¿Y todo ese planteamiento durante toda la serie para qué? Para que terminara exiliado en la tierra de nadie, sin ningún futuro ni contribución en el reino.

Y bueno, después de mi rant 😂, volviendo a June, no es una heroína ni mucho menos, al contrario, pero que fuera precisamente Candice, un personaje insignificante y además, nefasto, quien triunfara y se diera el gusto de destruirla, me resultó frustrante, por varias cosas que enlisto a continuación.

Candice no es víctima de June

Lo que hizo Candice, aquí y en China, es motivo de despido. Poner una reseña negativa a un libro de la editorial en la que trabajas es atentar directamente contra esa empresa, independientemente de sus pullas con June. Pero acá tenemos a Candice actuando como víctima de la maldad de June; nada más lejos de la realidad. Y Kuang nunca hace referencia a que el despido fue totalmente justificado.

Candice la omnipresente

Esa escena en las escaleras del exorcista donde Candice parecía cineasta en vez de asistente editorial, con todo un montaje múltiple super pro de cámaras, que, inexplicablemente, June jamás vio, y ese sistema de audio donde se escuchaban frases grabadas de Athena, mezcladas con unas en vivo de Candice, no tuvo ni pies ni cabeza.  ¿Cómo los sincronizó? ¿Y qué necesidad de instalar chorromil cámaras? ¿Y con qué se sostenían? ¿Y cómo es que tenía todas las cámaras dirigidas al punto exacto de las escaleras donde June confesaría? Esas escaleras estrechas son muchas, y no ofrecen buenos sitios para ocultar cámaras.

¿Y cómo es que June, después de todo lo que había pasado, no le pareció sospechoso, ni por un momento, la clase de preguntas que le hacía “el fantasma de Athena”? Cuando ella misma dice varias veces “no parecía la voz de Athena”, y que había algo raro, y que repetía frases, etc. Hubiera tenido lógica con otra clase de narrador, pero siendo en primera persona, lo hace más absurdo. ¿Y cómo es que no sabía que Athena iba seguido a correr ahí, y que incluso lo publicaba en sus redes, si estaba obsesionada con Athena y sabía todo sobre ella? ¿Y por qué la expublicista de Athena le daría la contraseña de su Instagram a Candice, y permitirle hacer todo lo que hizo?

Para uno como lector, era más que obvio que era una trampa y no un fantasma. Y sí, ya sé que June llevaba días sin dormir y en un estado emocional lamentable, pero aun así, no me pareció creíble. Yellowface terminó como una novela de crimen de las malas, lo que también sentí como un cambio de tono (y no uno bueno).

¿Y cómo se supone que Candice obtuvo la confesión? No es creíble que June fuera encontrada en las escaleras a donde “fue a ejercitarse” (y a las que nunca va, y era de noche y con mal clima), y coincidiera con “la confesión”. Si se supone que Candice hizo públicas las grabaciones, ¿Cuándo y cómo se supone que ocurrieron? ¿Cómo quedará embarrada Candice con eso cuando aten cabos?

Mejores finales posibles –  semillas sembradas no usadas

Me la pasé esperando que la mamá de Athena se decidiera a leer los cuadernos y descubriera la verdad sobre June y fuera ella (no Candice) la que finalmente le hiciera justicia a su hija y arruinara la carrera literaria de June. Eso me hubiera gustado mucho más, hubiera sido justo. Pero no, los cuadernos se quedaron como la pistola de Chejov en la repisa, sin ser usados.

Otra idea que me vino a la mente y creí que podría ser el final: Ya que June ya tenía casi terminado su borrador donde contaba todo lo sucedido, se le adelanta a Candice con la publicación y le come el mandado. Eso hubiera sido brutal y muy divertido (y posiblemente, ya después de su nuevo éxito a costillas del mismo tema (Athena), la mamá ahora sí entra en escena).

 

En fin, que la frustración que me dejó este final fue grande. Tal vez escriba un post sobre finales decepcionantes (libros, series y películas) que todavía no supero, jaja. Porque esa lista está creciendo y creciendo.

¿Ya leyeron Yellowface? ¿Qué les pareció?

Arrivederci

Más en el blog:

Opinión sobre Alas de Hierro

Opinión sobre Book Lovers, de Emily Henry 

Primer capítulo de mi novela No soy un ángel

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