En días recientes vi un par de películas que me provocaron sentimientos opuestos, así que pensé que eran una opción ideal para la sección del blog La buena y la mala. Estas dos cintas son: Entre la vida y la muerte (2022) y Todos los caminos llevan a Roma (2013). Primero hablaré de la mala y por qué me decepcionó.
Advertencia: Hay spoilers en este post.
Todos los caminos llevan a Roma
Sinopsis: Maggie es una madre soltera que viaja a través de Italia con su rebelde hija Summer, una adolescente que solo desea volver desesperadamente a Nueva York. Allí, Maggie se reencuentra con un antiguo amante, Luca, que vive con su madre, Carmen.
Esta película me recordó a París puede esperar, porque padece de problemas similares (hablo de esa cinta acá): No hay magia y parece que con ambos filmes pensaron que bastaba con tener lugares paradisiacos de fondo y actores de renombre, para tener un buen producto. Nada más lejos de la verdad.
En una comedia romántica, lo esencial es, obviamente, el romance, y para que funcione tiene que surgir la magia, la química. Para eso necesitamos de situaciones y diálogos que nos hagan ver cómo son los personajes, por qué se gustan, por qué se enamoran, y en especial cómo se da «The dance», que es la típica escena en la que la audiencia o lectores vemos que los protagonistas son el uno para el otro.
Bueno, pues nada de esto sucede en Todos los caminos llevan a Roma. El supuesto romance entre Maggie (Sarah Jessica Parker) y Luca (Raoul Bova) nace muerto y sigue muerto toda la cinta. No hay chispa, no hay escenas donde veamos por qué se gustan (excepto una donde él le dice que todavía tiene buen cuerpo…) y los diálogos son más sosos que una tortilla sin sal.
La falta de ingenio de quien escribió el guion se le podría perdonar si no fuera porque Luca, no solo no muestra ninguna cualidad atractiva, sino que además es nefasto y pasivo-agresivo. Básicamente, lo único que hace es criticar a Maggie. La llama controladora, apretada, y demás linduras. Y cuando el «galán» manda al hospital a su propia madre al hacerla caer por accidente, la presencia de Maggie en el nosocomio solo sirve como una excusa más para seguirla agrediendo. Maggie se disculpa por haber sido egoísta (no entiendo por qué se disculpa, pero bueno, el guionista cree que debería disculparse) y Luca, por toda respuesta, le dice: «¿Qué se puede esperar de una mujer que sale huyendo cuando quiere?». ¡¿Perdón?! Pero si es él quien debería disculparse por amargado y aburrido.
Que me importan dos sorbetes si ella se fue sin decir adiós hace 20 años, pero es que este tipo es un infantiloide resentido que no ha superado aquello. Y para rematar, ni siquiera lo vemos sentirse culpable o pidiendo perdón a su madre por arruinarle la boda y mandarla al hospital, no, el muy pesado sigue en plan de perdona-vidas insufrible.
Este filme sin duda entra también en la clasificación de Películas tóxicas disfrazadas de romance (otra sección que tendré por acá próximamente, porque necesito desahogarme 😂).
Entre la vida y la muerte
(The In Between en inglés, Entre dos mundos en España)
Ahora hablaremos de la buena; una nueva joya de Netflix (en mi opinión muy particular, aclaro, porque hay gustos y disgustos para todo 😅):
Sinopsis: Después de sobrevivir a un trágico accidente en auto en el que su novio perdió la vida, Tessa (Joey King), estudiante de fotografía, cree que Skylar (Kyle Allen) está intentando comunicarse con ella desde el mas allá.
Apenas había visto 10 minutos de la película y ya me tenía conquistada. Desde la primera escena juntos, la magia es palpable. No son solo las actuaciones y la química que transmiten los actores, son también y sobre todo, los diálogos: ingeniosos y divertidos. Perfectos para plantear «The dance».
Para cuando abandonan la sala de cine, yo ya estaba enamorada de los dos protagonistas y apenas íbamos empezando. ¿Qué me gustó de Entre la vida y la muerte? Todo. El tema paranormal que es de mis favoritos, el de la fotografía, que también es de mis favoritos; el desarrollo del romance, el manejo de color, las locaciones son una belleza, la ambientación… hasta el soundtrack es perfecto y atmosférico.
Me gustó también el tema de las inseguridades como obstáculo para perseguir tus sueños, los «fantasmas» de Tessa que la hacen protegerse con mil barreras, y su arco de transformación.
Conclusión
Además de disfrutar todo esto como espectadora, lo que me llevó a escribir este post es el contraste abismal entre ambas cintas en los diálogos, y por lo tanto, el comprobar una vez más lo fundamentales que son para crear una historia romántica hermosa, que conecte con la audiencia, que transmita esa magia, esas emociones, que te haga entender y sentir por qué y cómo se establece esa atracción inicial, y cómo surge ese amor con el que nosotros vibramos también.
Dato: The In Between se basa en una novela del mismo nombre, del guionista (en su debut como autor) Marc Klein. Aquí el link a Amazon.
¿Ya vieron la película o leyeron el libro? ¿Les gustó tanto como a mí?
Arrivederci