¿Algunas vez se han puesto a pensar en el famoso What if?
La vida es un encrucijada constante. Dicen los que saben (o al menos eso aparentan) que cada día tomamos al menos 2500 decisiones.
Cada pequeña decisión puede determinar un camino u otro. Puede llevarte hacia algo bueno, o hacia algo terrible. Los caminos se ramifican interminablemente y se forja nuestro destino.
Y lo peor de las encrucijadas de la vida es que nunca sabremos el What if.
Nunca sabrás que hubiera sucedido si no hubieras arruinado la relación con aquel chico adorable de la prepa.
Nunca sabrás si te hubieran dado el ascenso en ese trabajo que amabas pero que tuviste que dejar porque te mudaste de ciudad.
Nunca sabrás si ese sexy hombre que se sentó junto a ti en el avión hubiera sido trascendente si te hubieras atrevido a hacerle la plática cuando te sonrió.
No sabrás si hubieras podido viajar este año si no hubieras gastado en tantas tonterías. Y lo peor, no sabrás que hubiera pasado en el viaje, a quién hubieras conocido que ya no conocerás jamás porque esa puerta se cerró, ese camino se desvió.
Afortunadamente, la ignorancia nos hace esto más llevadero. El no saber en lo absoluto que hubiera pasado, nos ayuda a cómodamente pensar que lo mejor es lo que tenemos ahora.
Aunque, otras veces, somos conscientes del error y es entonces cuando el arrepentimiento nos atormenta.
Tal vez sea una forma de pensar autocomplaciente, o un método de supervivencia para evitar arrepentimientos inútiles, porque lo que no fue no será, pero el concepto de que «por algo pasan las cosas» es uno de mis mottos.
Y lo que he comprobado varias veces, es que cuando te sucede algo que parece terrible, al final, al paso del tiempo, resulta ser una pieza clave para que algo mucho mejor suceda.
Como la película de Gwyneth Paltrow, Sliding Doors (Si yo hubiera en México), donde, a raíz de algo triste que le sucede, encuentra un nuevo y mejor camino en su vida, que estaba estancada. Por cierto, se las recomiendo.
En fin, autoengaño o no, la vida es más llevadera cuando crees que lo mejor está aún por venir.
¿A poco no?