En las novelas de género romántico, el protagonista masculino es sin duda una pieza medular de la historia, e incluso, muchas veces es el factor decisivo para que amemos u odiemos una novela. Asimismo, en ocasiones, un protagonista llegar a ser objeto de controversia, dependiendo de las preferencias de las lectoras (como Christian Grey de 50 sombras, o Hardin Scott, de After). Lo que es un hecho es que existen características que suelen repetirse en estos personajes masculinos.
Y sí, es verdad que hay ciertos tipos de protagonistas que se vuelven repetitivos hasta el punto del cliché, pero qué importa, si en realidad hay muchos clichés que amamos ver una y otra vez (un post sobre mis clichés favoritos, acá).
En este post les enlistaré los que a mi juicio son los más comunes y los más queridos también. Si saben de otros tipos de protagonistas, pueden hacer su aportación en los comentarios.
El mujeriego y seductor
Este tipo de protagonista es un clásico de clásicos, que tiene su origen en aquellos tiempos lejanos por desgracia no tan lejanos, en los que mientras la chica era inocente, pura y virginal, el hombre ideal debía ser experimentado y hasta mujeriego.
Por fortuna, las cosas se han balanceado un poco, y si bien el hombre experimentado que se las sabe todas sigue siendo atractivo, la mujer protagonista también ya tiene lo suyo, así que tenemos un suelo más parejo.
El mujeriego seductor es experto en mujeres, sabe conquistarlas y sabe satisfacerlas. Además, es consciente de su atractivo y saca ventaja de ello. Las mujeres por lo tanto, caen (caemos) rendidas a sus pies. Por supuesto, sus hábitos de mujeriego cambiarán cuando conozca a esa mujer especial, que le dará un nuevo sentido a su vida.
Ejemplos: Lucien Balfour de Enmendar a un granuja, de Suzanne Enoch; o Damon Salvatore (Ian Somerhalder) en la saga de The Vampire Diaries.
En películas y TV: Lucifer (Tom Ellis), Jacob Palmer (Ryan Gosling) en Loco y estúpido amor, o Jack Taylor (George Clooney) en Un día muy especial.
El nerd poco atractivo y nada popular
Existen muchas novelas, en particular de corte juvenil, donde el héroe romántico termina siendo el chico tímido, torpe para ligar, a veces apocado y cero popular. ¿Cómo sucede esto? Generalmente es gracias al marcado contraste con el rival, que suele ser el novio de la protagonista al inicio de la historia, o un pretendiente que a ella le atrae. Este galán con frecuencia es guapo y seductor, pero en el fondo (o a veces, ni tan en el fondo) es un patán de lo peor que no se merece el amor de la chica.
Ella, tarde o temprano descubre esta realidad y las cualidades del nerd que ha ignorado o despreciado le atraen cada vez más. Ese nerd a veces es su amigo de toda la vida o simplemente un compañero de escuela al que nunca había ni volteado a ver.
He de confesar que de un tiempo a la fecha he desarrollado debilidad por los protagonistas nerds. ¿Cómo no hacerlo? Si demuestran ser sensibles, respetuosos, y sobre todo, confiables. Son chicos que sabes que nunca te van a traicionar, no te van a dar golpes bajos y romper tu corazón. Son básicamente, buenas personas. Eso vale y mucho.
Algunos ejemplos del protagonista nerd son: Kent McFuller, de Si no despierto, o Marc Darcy, en El diario de Bridget Jones.
En películas: Balthazar (Pierre Niney) de 20 años de diferencia, o William Thacker (Hugh Grant) en Un lugar llamado Notting Hill.
El que parece frívolo pero no lo es
Este es un tipo de galán que es muy popular, amiguero, o muy bromista, que siempre da la pinta de ser frívolo, pero que cuando la protagonista lo conoce mejor, es un encanto. Puede o no ser mujeriego como el anterior, pero si lo es, es circunstancial y no un patrón.
Ejemplos: Peter Kavinsky, de A todos los chicos de los que me enamoré, o Will Blakelee de La última canción, de Nicholas Sparks.
Películas y TV: Ben Barry en Cómo perder a un hombre en 10 días, o Eddie Alden (Hugh Jackman) en Alguien como tú, la cual, por cierto, es una de mis películas románticas favoritas. Aquí el post.
También Harry Burns (Billy Crystal), en la clásica comedia romántica Cuando Harry conoció a Sally.
El fuerte, audaz y valiente
Este tipo de prota puede ser un rudo macho alfa, o ser más matizado, pero siempre fuerte, valiente y guerrero, de forma figurada, o forma literal si es una historia de época. En las novelas contemporáneas, con frecuencia es un hombre de negocios, rico y poderoso, que a veces también presenta momentos heroicos en relación con la chica, desde sacarla de un problema, hasta irse a los golpes contra algún tipo que la molesta.
A veces son fuertes y violentos, pero obviamente, cuando se trata de la mujer que aman, muestran un lado ardiente y hasta tierno, que nos atrae como moscas a la miel a toda una bandada de lectoras.
Ejemplos: Básicamente todos los protagonistas de la saga de la Hermandad de la daga negra. Otro buen ejemplo es uno de los personajes favoritos de todas nosotras (me incluyo): Jamie Fraser de la saga de Outlander, de Diana Gabaldon.
También Ryder Montgomery, de La esperanza perfecta, de Nora Roberts.
En cine y TV: Nathaniel Poe (Daniel Day-Lewis) en El último de los mohicanos, Mr. Big (Chris Noth), de la legendaria serie Sex & The City, o Edward Lewis (Richard Gere) en Pretty Woman.
El atormentado
El galán atormentado suele ser atractivo para las protagonistas que tienen esa tendencia de querer rescatar al hombre. Hay quienes gravitan hacia los hombres con problemas, con la ilusión de reformarlos y se conviertan en el príncipe azul que tienen el potencial de ser. Aquí tenemos con frecuencia a alcohólicos, drogadictos o hasta expresidiarios.
También puede ser una situación menos densa, con un personaje que simplemente, debido a un difícil pasado o presente, es alguien complicado que pone barreras y es distante.
Derek Craven de Sueño contigo de Lisa Kleypas es un buen ejemplo, también Gabriel, de la bilogía de Persiguiendo a Silvia, de Elizabet Benavent, y Hache, de 3 metros sobre el cielo.
En películas y TV: Jackson Mane (Bradley Cooper), en la exitosa cinta Ha nacido una estrella, o Tristan Ludlow (Brad Pitt) en Leyendas de pasión.
El cínico antihéroe
La mayor virtud de este galán es que no anda de “queda bien”. No le interesa cumplir expectativas de nadie y menos encajar en los roles sociales establecidos. Como lo mencioné en el post de mis clichés favoritos, este tipo de protagonista suele ser afecto a romper las normas.
Es divertido y ocurrente, aunque por su naturaleza rebelde, poco confiable en términos de pareja romántica estable. Sin embargo, o tal vez por eso mismo, resulta muy atractivo para el sexo opuesto, y en particular para la protagonista, quien suele pasar del odio al amor en este tipo de historias.
Ejemplos: Rhett Butler, de Lo que el viento se llevó, o Alex Markov, en Besar a un ángel, de Susan Elizabeth Phillips.
En cine y TV: Patrick Verona en Las 10 cosas que odio de ti, o Declan (Matthew Goode) en Año Bisiesto.
El chico normal
Este tipo de protagonista suele tener el encanto de ser justo eso: normal. No tiene bagaje trágico, no tiene defectos graves que componerle, ni es rebelde ni problemático, pero tampoco cae en la categoría de nerd, porque no lo es. De hecho, suele ser atractivo físicamente, pero simplemente no está centrado en sacarle provecho a eso, como sí lo hace el mujeriego y seductor.
Económicamente, con frecuencia es un personaje de pocos o medianos recursos, que busca salir adelante en la vida. Y obviamente, dentro de su normalidad, tiene importantes virtudes que nos hacen amarlo. Como ser leal, sincero, caballeroso, amable.
La mayoría de los protagonistas de los libros de Nicholas Sparks (Diario de una pasión, Un lugar secreto) y de Nora Roberts (Siempre hay un mañana, La testigo) tienen estas características.
Otro ejemplo es Henry DeTamble, en La esposa del viajero del tiempo, que, fuera del hecho de que viaja en el tiempo sin control, el tipo es muy normal 😂.
Ejemplos en cine y TV: Leo Collins (Channing Tatum) en The vow (Votos de amor) o Jack Dawson (Leonardo DiCaprio) en Titanic.
El callado independiente o solitario
En un mundo que glorifica a los extrovertidos, encuentro particularmente atrayentes a los que no encajan en este molde, pero no por ser tímidos o nerds, sino por ser callados, algo solitarios, y por lo tanto, un misterio.
Hablan poco, sonríen aún menos, y muestran cierta indiferencia hacia el mundo que los rodea. No se meten en problemas a menos que los provoquen, y tampoco muestran gran interés en las chicas que buscan conquistarlos. Parecen habitar la mayor parte del tiempo en su mundo interior, que resulta muy intrigante.
Un ejemplo perfecto de esto es Edward Cullen, de Crepúsculo, quien parecía guardar grandes misterios y sí, vaya que resultó tener un secreto y muy peliagudo.
También Logan Thibault, de Cuando te encuentre (The lucky one), de Nicholas Sparks o Colin Byrne de Ella es tan dulce, de Lisa Kleypas. También, aunque no es tan solitario, sí es callado y misterioso: Mr. Darcy, de Orgullo y Prejuicio.
En cine y TV: Charlie St Cloud (Zac Efron) en Más allá del cielo, o Dylan McKay (Luke Perry) , de la muy exitosa serie noventera Beverly Hills 90210.
¿Conoces otros tipos de protagonistas que te gusten? Te leo en los comentarios.
Arrivederci